A quienes nos gusta escribir, algunas veces nos ataca ciertos “bloqueos” que no nos permiten continuar con nuestro propósito de crear alguna obra. Uno de estos bloqueos es el llamado “pánico a la hoja en blanco”, he visto que muchos sitios abordan el tema e incluso proponen algunos consejos para solventarlo. Este “bloqueo de hoja en blanco” muchas veces se debe a no saber cómo seguir un texto o quizás al cómo comenzarlo. Sin embargo, yo quisiera mencionar otro bloqueo poderoso que puede afectarnos como escritores, y es el “bloqueo por dolor emocional”.
Para abordar el tema, comenzaré contando mi propia experiencia como escritora. Actualmente, tengo más de doce años desde comencé a escribir y mi primer “bloqueo por dolor” fue en el año 2006. Recuerdo que para esa época estaba susceptible, entraba y salía de una depresión por frustración (no lograba alcanzar el objetivo que entonces tenía), y los reveses del momento me hicieron tan crítica de mí misma que estuve a punto de imponerme dejar de escribir. La segunda vez fue el año pasado, esta vez fue mi corazón el que rompieron, y por semanas no podía escribir ni pensar siquiera en escribir… nada, nada, no había reacción. La tercera fue este año, cuando mi abuela murió, estuve días sin poder escribir, de hecho, un primo me pidió escribir algo para mi abuela y mi respuesta fue algo así como: “No puedo, en estos momentos estoy bloqueada”.
¿Te ha pasado esto alguna vez? ¿Has dejado de escribir porque sientes que es demasiado el dolor que vives que ni siquiera puedes pensar en crear algo?
Los distintos “bloqueos” en el proceso de escritura no se pueden evitar, como todo en la vida son cosas que se presentan de repente y hay que trabajar en ellas. Sin embargo, no está demás algunos consejos que a mí me han servido:
1. No se te ocurra obligarte a escribir cuando sientes que tu mente no está para eso.
2. Mantén la calma, intenta encontrar serenidad. Estás pasando por un proceso fuerte y delicado. El dolor emocional puede convertirse en dolor físico, sí, tu cuerpo se puede enfermar y eso debes intentar mantenerlo a raya. Debes cuidarte.
3. Cuando sientas ganas de escribir de repente, toma una hoja o enciende tu computador. Deja que las palabras fluyan, no importa si no tienen sentido, lo importante ahora es soltar.
4. Cuando estés en calma, retoma lo que escribiste si crees que vale la pena.
5. El escribir puede ser un buen método para liberarte de cosas, pero ten cuidado de no usarlo para provocarte daño a ti mismo repitiendo una y otra vez situaciones en un tiempo prolongado.
6. Recuerda que mañana será otro día, descansa, ya habrá momento para retomar las letras.
7. Recuerda que hoy es un día maravilloso porque tú y yo estamos aquí, así que no te des por vencido.
No te preocupes, las letras no se van. Esto es sólo un bloqueo temporal, así que no te desanimes que mañana será otro día.
Waldylei
0 comentarios:
Publicar un comentario