Fuente Imagen: Google.
El nacimiento de Jesús es un acontecimiento que marca una diferencia importante para muchas personas, ya sea por su significado simbólico o espiritual, y se convierte en una fecha distinta, una fecha cuyo significado ronda ese despertar espiritual, el momento que simboliza la paz, la unión familiar, el amor en toda su esencia.
Hoy celebramos justamente el nacimiento de Jesús, y con él el re-nacimiento de nosotros mismos. Renacimiento marcado por la reflexión de nuestras vivencias a lo largo del año, e incluso a lo largo de la vida, y en momentos como éste nos tomamos el tiempo de mirar al pasado, de mirar nuestra actuación y del cómo actuaron las personas a nuestro alrededor. Sí, no todo ha sido positivo; sí es cierto, nos hemos equivocado mucho y también otros se han equivocado con nosotros.
La oportunidad de re-nacer nos permite tomar fuerzas y volver a empezar, aunque sea de cero, pero no se trata de empezar igual que antes porque ya no somos iguales que antes. Si nos miramos al espejo el día de hoy sabremos que ya no somos los mismos, ya sea por las circunstancias o porque nosotros decidimos ser distintos el día de hoy.
Si hablamos del año que está a punto de terminar, podríamos tener muchas opiniones distintas de él dependiendo a quién le preguntemos. Algunos podrían decir que ha sido un buen año, otros podrían decir que ha sido “nefasto” pues las experiencias para todos no son iguales ni ocurren al mismo tiempo. He visto la alegría en las caras de muchas personas, en otros he visto el dolor desgarrador de perder a un ser querido, algunos inician su vida de casados y otros reciben demandas de divorcio, algunos padres sonríen al poder compartir la navidad con sus hijos mientras que otros sólo reciben la ausencia y la indiferencia de sus seres amados. Las vivencias son diversas, las realidades también lo son.
Pero independiente de cuáles estén siendo nuestras vivencias el día de hoy, es importante que recordemos que jamás hemos estado solos, que no estamos solos y que no estaremos solos. Hoy más que nunca estamos súper conectados con la fuente del poder que nos ha creado, hoy más que nunca la Divinidad está presente, hoy más que nunca la Divinidad nos cuida y nos protege.
El dolor que yace en tu corazón tendrá consuelo, la tristeza que te acompaña llegará a su fin, el problema que te afecta tendrá solución. Mantén tu fe en que las cosas estarán bien. Dios ha enviado a sus Arcángeles para ayudarnos. En este nuevo año la espada de Miguel, la sabiduría de Gabriel y la sanación de Rafael nos acompañarán, ellos estarán a nuestro lado dándonos toda su asistencia con el amor que los caracteriza.
Que la alegría de un nuevo inicio con cientos de oportunidades nos permita ver con esperanza cada día. Que Dios con su infinito amor nos cuide y nos bendiga.
¡Feliz re-nacimiento! ¡Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo!
Waldylei
Hoy celebramos justamente el nacimiento de Jesús, y con él el re-nacimiento de nosotros mismos. Renacimiento marcado por la reflexión de nuestras vivencias a lo largo del año, e incluso a lo largo de la vida, y en momentos como éste nos tomamos el tiempo de mirar al pasado, de mirar nuestra actuación y del cómo actuaron las personas a nuestro alrededor. Sí, no todo ha sido positivo; sí es cierto, nos hemos equivocado mucho y también otros se han equivocado con nosotros.
La oportunidad de re-nacer nos permite tomar fuerzas y volver a empezar, aunque sea de cero, pero no se trata de empezar igual que antes porque ya no somos iguales que antes. Si nos miramos al espejo el día de hoy sabremos que ya no somos los mismos, ya sea por las circunstancias o porque nosotros decidimos ser distintos el día de hoy.
Si hablamos del año que está a punto de terminar, podríamos tener muchas opiniones distintas de él dependiendo a quién le preguntemos. Algunos podrían decir que ha sido un buen año, otros podrían decir que ha sido “nefasto” pues las experiencias para todos no son iguales ni ocurren al mismo tiempo. He visto la alegría en las caras de muchas personas, en otros he visto el dolor desgarrador de perder a un ser querido, algunos inician su vida de casados y otros reciben demandas de divorcio, algunos padres sonríen al poder compartir la navidad con sus hijos mientras que otros sólo reciben la ausencia y la indiferencia de sus seres amados. Las vivencias son diversas, las realidades también lo son.
Pero independiente de cuáles estén siendo nuestras vivencias el día de hoy, es importante que recordemos que jamás hemos estado solos, que no estamos solos y que no estaremos solos. Hoy más que nunca estamos súper conectados con la fuente del poder que nos ha creado, hoy más que nunca la Divinidad está presente, hoy más que nunca la Divinidad nos cuida y nos protege.
El dolor que yace en tu corazón tendrá consuelo, la tristeza que te acompaña llegará a su fin, el problema que te afecta tendrá solución. Mantén tu fe en que las cosas estarán bien. Dios ha enviado a sus Arcángeles para ayudarnos. En este nuevo año la espada de Miguel, la sabiduría de Gabriel y la sanación de Rafael nos acompañarán, ellos estarán a nuestro lado dándonos toda su asistencia con el amor que los caracteriza.
Que la alegría de un nuevo inicio con cientos de oportunidades nos permita ver con esperanza cada día. Que Dios con su infinito amor nos cuide y nos bendiga.
¡Feliz re-nacimiento! ¡Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo!
Waldylei
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